martes, 21 de agosto de 2007

Dos Poemas

I

Hoy despierto al cielo de la conciencia,
en lienzo turbio, negro de penumbra,
con la voz perdida de los que fueron
Reflejos de la noche sin estrellas.

Hoy amparo en mi voluntad titánica
este silencio, nervioso de homigas,
Un silencio que reservo al futuro,
Futuro de mi muerte distraída.

Morir es fácil como el agua limpia,
Solo un sorbo de sangre derramada,
para el alma yerma y la carne fría.

Lo difícil es vivir bajo estrellas
de ondulante apariencia y geografía;
cegada por la vida, mi alma hambrienta.



A tientas con un pincel mutilado
Ciego homero de las rotas esquinas,
Voy buscando el mar en las ratoneras
Tibio de carne ya que no de vida.

Encontrad al hombre por su costado,
Carpintera la lanza en la que anida
El furor de su grito emocionado
Y su razón amada, en la pupila.

Benditas sean las mujeres tibias,
Y los hombres de aliento sofocado,
Benditos el beso y el vaso en que habitan.

No dudará el brazo ante la embestida,
Con la cabeza alta y el bronce afilado
Voy a la muerte sin miedo a la vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fantastico. Gostei mto de ler este blog em italiano... :)